¿Qué es Ciencia?

Introducción.

El análisis racional se entorpece, sin duda, en ausencia de definiciones adecuadas; y se distrae con la búsqueda de definiciones demasiado puntillosas:

"¿Qué es la verdad? Con esta tan antigua como célebre pregunta se creía poner en grandísimo aprieto a los lógicos, obligándoles a caer en la logomaquia más deplorable o a confesar su ignorancia y asimismo, por consiguiente, toda la vanidad de su arte. La definición del término verdad, de que es la conformidad del conocimiento con su objeto, ya está admitida y supuesta en esta obra pero lo que se desea saber es el criterio general y cierto de todo conocimiento. Saber lo que racionalmente puede pedirse, es por sí sólo prueba harto evidente de cordura y de talento; porque si la pregunta es absurda en sí y requiere respuestas ociosas, no sólo deshonra al que la hace, sino que a veces produce el inconveniente de precipitar en el absurdo al que sin pensar responde y dar de esta suerte el triste espectáculo de dos personas que, como decían los antiguos, ordeña la una el chivo mientras la otra pone debajo la criba." (I. Kant).

En efecto, no se trata, necesariamente, de constuir fórmulas compactas para describir términos que sean o parezcan importantes. De todos modos, ésto es rara vez posible. Se trata, más bien, de aislar los conceptos con precisión razonable, de modo que su uso no admita confusiones. Está bastante claro que la verdad (o falsedad) es un atributo del juicio: éste es verdadero cuando sus enunciado y referente coinciden.

La verificación de un juicio, sin embargo, exepto en el ámbito de las matemáticas, contiene lo que Bertrand Russell muy apropiadamente llama "dudosidad intrínseca", o bien, cierto "grado de credibilidad". Es, pues, la contingencia de los juicios inductivos ("Si A1 es B, A2 es B,..., entonces todo A es B") la que introduce a la teoría de probabilidades de modo sustancial en la epistemología. Si el conocimiento del mundo exterior es sólo probable, ¿cómo es posible un esquema confiable a cerca de su esencia y comportamiento?

La Ciencia.

"Ciencia" es una palabra que se usa con varios propósitos: se habla de la ciencia como una actividad, el trabajo característico del científico; como una institución, "La Ciencia boliviana", "el financiamiento de La Ciencia"; etc. Sin embargo, la acepción que aquí interesa es, claro, la epistemológica. Ciencia es, sobre todo, un tipo muy especial de conocimiento cuyo particular desarrollo permite ubicar sus características.

Objetividad. la Ciencia parte de dos premisas de orden filosófico: (i) El Universo existe y (ii) es cognoscible. Por tanto, la existencia del "mundo exterior" no es una cuestión científica, lo es el modo de esa existencia. El problema fundamental del trabajo científico es el de adquirir conocimiento a partir de la experiencia. Es en tal sentido que el conocimiento científico es objetivo: considera solamente eventos observables, hechos. No es posible erigir teorías científicas sobre la base de experiencias subjetivas (sueños, imaginaciones, intuiciones) o hipótesis no verificables empíricamente. Las verdades de la ciencia son siempre intersubjetivas (criterio débil de objetividad) y se extrapolan como válidas aún en ausencia de observadores (criterio fuerte de objetividad).

Racionalidad. Una definición, por supuesto incompleta, dice que ciencia es el conocimiento razonado de las cosas. Sí, una de las principales características del conocimiento científico es su racionalidad, el ser accesible a la inferencia deductiva y a todos los procesos lógicos propios de la inteligencia. Es el tipo de conocimiento que permite inferir (derivar nueva información), explicar (generalizar y exhibir información implícita) y entender (aprehender información). No todo conocimiento es racional. Por ejemplo, la relación cotidiana con otra persona da un conocimiento intuitivo de su carácter; el conocimiento que lleva al dominio del equilibrio corporal para caminar o montar una bicicleta, es instintivo, como lo es el conocimiento básico de algunas fuentes de dolor y placer; etc.

Método. Los datos (resultados de observaciones) de las ciencias no se extraen y verifican en forma desordenada e inconexa. Para aprender del mundo objetivo se requiere de procedimientos definidos, repetibles y confiables. Son los procedimientos propios de la teoría de la inferencia inductiva (probabilidades y estadística) y los muchos métodos de observación. Tampoco son considerados aisladamente, sino agrupados en cuerpos de conocimiento, o relacionados con ellos. Esto es, la norma científica de observar con método y razonar con rigor, se extiende a todas las operaciones necesarias como:

(i) El análisis de los datos para la formulación de hipótesis, principios, postulados o leyes.

(ii) La construcción de la teoría adecuada a tales hipótesis, principios, postulados o leyes, mediante inferencia deductiva.

(iii) la confirmación empírica de consecuencias deductivas que se desprenden de la teoría constituyendo prognosis (predicciones) propias y específicas de la misma.

Vale la pena notar dos propiedades importantes relativas a estos cuerpos lógicos o, brevemente, "teorías científicas".

Una es la de que sus predicciones van más allá de los hechos que le sirvieron como puntos de partida; las leyes establecidas explican no sólo las experiencias iniciales, sino todas las posteriores experiencias que le son pertinentes. La otra se refiere a su compatibilidad específica con los hechos. Esto es, que si los hechos fueran diferentes a los que se observaron, la teoría elaborada para explicarlos se invalidaría de inmediato; e inversamente, cualquier cambio arbitrario sustancial en la teoría la tornará incompatible con los fenómenos basales. Es esta consistencia recíproca entre los datos y su explicación teórica la que diferencia al conocimiento científico de una simple especulación ideológica. Por ejemplo, uno podría intentar una teoría según la cual todos los hechos y fenómenos actualmente observados son tales como resultado de la voluntad divina; pero, claro, esta "explicación" nada explica, pues sería compatible con cualquier otro conjunto diferente de hechos y fenómenos, o sea, la creencia religiosa permanece aplicable a cualquier universo, observable o no.

Sistematicidad. La ciencia tampoco es una simple suma de conocimientos dispersos. Entendiendo por "sistema" un conjunto de partes organizadas de acuerdo a una función común es, más bien, un conocimiento sistemático. En su forma más amplia, una ciencia es un conjunto de teorías enlazadas de modo consistente. Así, la teoría del movimiento y sus causas (Mecánica), la teoría de las fuerzas electromagnéticas (Electromagnetismo), la de las fuerzas nucleares (Física Nuclear), etc., etc., son construcciones del tipo descrito que se complementan unas a otras y conforman, en total, el estudio de todas las interacciones existentes en el universo o la ciencia conocida como Física. "La Ciencia" se refiere al sistema conformado por todas las ciencias particulares las cuales, obviamente, son compatibles unas con otras.

Crítica. El adquirir conocimiento a cerca del mundo real es, obviamente, un proceso aproximativo (adaptativo). Por una parte, el progreso científico se traduce en progreso tecnológico y éste en más y mejores medios de observación los cuales, a su vez, implican refinamientos o correcciones importantes al conocimiento. Por otra parte, el trabajo científico posee una componente heurística intrínseca e inevitable que compromete al juicio humano. El estado actual de la ciencia o de una ciencia, es el efecto no solamente de la calidad y poder de nuestros medios observacionales, sino también, y al fin de cuentas, del esfuerzo crítico común: de nuestra habilidad de juzgar la diferencia entre lo verdadero y lo falso, entre lo fino y lo basto o entre lo pertinente y lo inapropiado. Las teorías científicas, pues, son construcciones sometidas a revisión y corrección permanentes y la ciencia, en resumen, es un conocimiento crítico.

Conclusión.

Si, no obstante lo dicho en la parte introductoria, estuviéramos interesados definción breve de "ciencia", diríamos que

Ciencia es un conocimiento objetivo, racional, metódico, sistemático y crítico.
Naturalmente, teniendo en cuenta todas las aclaraciones hechas.

Vale la pena anotar también que la ciencia es un típico emprendimiento humano, una tarea y -a la vez- un patrimonio social. La capacidad predictiva del conocimiento científico permite su aplicación utilitaria (y prueba final de su validez): la tecnología.